domingo, 24 de marzo de 2024

Invertir lo justo y necesario en los nuevos Juegos Panamericanos del 2027

 El martes 11 en el marco de la asamblea general extraordinaria de la Organización Deportiva Panamericana realizada en Miami se eligió a Lima como la sede de los XX Juegos Panamericanos que se desarrollarán en el año 2027. La capital del Perú volvió a ser designada después de cuatro años de haber sido la sede de los Juegos del 2019. Solo la ciudad de México ha sido anfitriona durante dos veces pero con una diferencia de veinte años. Primero fue en 1955 y luego en 1975.

El comité ejecutivo de Panam Sports decidió retirar la nominación de Barranquilla en atención a los reiterados incumplimientos, principalmente de índole financiera, que hacían dudar de que pueda llegar en condiciones óptimas a las metas trazadas. Ante esa situación tanto Asunción como Lima se ofrecieron a recibir el encargo que luego de la respectiva votación favoreció al Perú que cuenta con una infraestructura deportiva, hotelera, gastronómica y turística de primera línea que se reforzó para albergar las competencias del 2019 y que ahora solamente tendrá que repotenciarse.

Se da por descontado que esta vez no se optará por los contratos de Gobierno a Gobierno que precisamente empezaron a utilizarse en el país con ocasión de los anteriores Juegos Panamericanos, de manera excepcional según se dijo en su momento pero que se han extendido a lo largo de todo el territorio nacional con pésimos resultados, encareciendo innecesariamente las obras y eludiendo de una u otra manera la acción fiscalizadora de la Contraloría General de la República y del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado.

En esta oportunidad se espera que se hagan las inversiones estrictamente necesarias que probablemente no sean muchas ni de gran envergadura considerando la infraestructura preexistente que sirvió para las competencias de los anteriores Juegos Panamericanos del 2019. Y que lo que se construya tenga una visión de largo plazo como Santiago, que fue la sede en el 2023 y que rápidamente convirtió la villa en la que alojó a los deportistas en viviendas de interés social para darle un mejor uso.

Aquí la Villa Panamericana sirvió para alojar transitoriamente a algunos de los enfermos afectados por la pandemia pero luego no pudo dársele otro uso. Se comenta que convertirlos en viviendas demandaría una inversión muy grande que elevaría demasiado el costo de cada unidad inmobiliaria al punto de no poder competir en ningún formato, por el precio y por su ubicación.

Dicho sea de paso, en los Juegos Panamericanos del 2023 Chile gastó la mitad de lo que gastó el Perú en el 2019, para hacer prácticamente lo mismo que se hizo aquí. En esta nueva oportunidad que se de trabajo serio y bien remunerado a los ingenieros, proyectistas, supervisores y constructores peruanos que han levantado todo lo que se ha hecho en el país y que se haga lo justo para que el éxito sea mayor. (RG)

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