lunes, 22 de marzo de 2021

La idea de que ninguna obra debe tener adendas

Hay gente inescrupulosa que vende un mismo terreno a varias personas sucesivamente. Sin embargo, la existencia de ese delito no justifica que se prohíba la venta de terrenos. Igualmente hay gente inescrupulosa que genera adicionales –o adendas como quieren llamarlas ahora– para inflar artificialmente el precio de una obra. Cada vez eso es más difícil por los actuales mecanismos de control y de transparencia. Ello, no obstante, la existencia de esa posibilidad tampoco justifica que se prohíba la firma de adendas o la aprobación de adicionales porque la verdad es que a través de ellos se ajusta el precio de una obra a la realidad. Si mientras construyes una carretera te encuentras con la necesidad de hacer un puente que cruce un río y que no estaba en el diseño, ¿qué haces? Lo construyes y lo pagas como adicional o no lo construyes y la carretera cuesta lo que estaba previsto al comienzo pero no sirve para nada porque le falta el puente que no quisiste hacer porque te aferras a tu absurda idea de que ninguna obra debe tener adendas. Así de simple.


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