Hay gente inescrupulosa que
vende un mismo terreno a varias personas sucesivamente. Sin embargo, la
existencia de ese delito no justifica que se prohíba la venta de terrenos.
Igualmente hay gente inescrupulosa que genera adicionales –o adendas como
quieren llamarlas ahora– para inflar artificialmente el precio de una obra.
Cada vez eso es más difícil por los actuales mecanismos de control y de
transparencia. Ello, no obstante, la existencia de esa posibilidad tampoco
justifica que se prohíba la firma de adendas o la aprobación de adicionales
porque la verdad es que a través de ellos se ajusta el precio de una obra a la
realidad. Si mientras construyes una carretera te encuentras con la necesidad
de hacer un puente que cruce un río y que no estaba en el diseño, ¿qué haces?
Lo construyes y lo pagas como adicional o no lo construyes y la carretera
cuesta lo que estaba previsto al comienzo pero no sirve para nada porque le
falta el puente que no quisiste hacer porque te aferras a tu absurda idea de
que ninguna obra debe tener adendas. Así de simple.
lunes, 22 de marzo de 2021
La idea de que ninguna obra debe tener adendas
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