El viernes concluyó el X Congreso Internacional de Arbitraje organizado por la Pontificia Universidad Católica del Perú poniendo nuevamente en la actualidad temas fundamentales de la práctica arbitral tales como la necesidad de que haya o no haya segunda instancia y de que se pueda pactar o no; de que la motivación sea o no sea causal de anulación por abrir la posibilidad para que los jueces entren a examinar el fondo del asunto; de que se pueda pactar o no que no haya motivación o que se pueda pactar o no, al contrario, para que haya motivación, tesis, esta última, que propicia PROPUESTA, en consideración al hecho de que la gran mayoría de recursos de anulación se interponen por esta causal que, por lo demás, no aparece en el minucioso listado del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, promulgada mediante Decreto Legislativo 1071.
Mención especial merecen los problemas que confronta la designación reiterativa de árbitros que en el Perú, sin embargo, no se puede medir con las reglas de otras realidades habida cuenta de que aquí, desde 1998, todas las controversias derivadas de los contratos que suscriben las entidades del Estado se dilucidan obligatoriamente en las vías alternativas y de ordinario terminan en arbitrajes. El número de procesos ha crecido desde entonces de manera exponencial y desafortunadamente el número de árbitros capacitados no ha crecido en la misma medida. Ese es el motivo por el que algunos árbitros concentran muchos arbitrajes.
Naturalmente se intercambiaron ideas sobre la necesidad de fomentar las buenas prácticas y la conducta ética en el arbitraje, el rol de las secretarías arbitrales en la administración del conflicto así como la aplicación de la Junta de Resolución de Disputas en la ejecución de las obras y la influencia de la psicología en las decisiones que adoptan los tribunales arbitrales.
Se habló también del equilibrio económico financiero del contrato como materia arbitrable a la luz de la incorporación de este concepto en la Ley 30225 y de la problemática de la ejecución de laudos que no se refleja en los estudios que se han realizado y que amenaza con tirar por la borda todas las bondades de un mecanismo rápido y eficaz de solución de divergencias.
La doctora Katherine González Arrocha, directora para América Latina y el Caribe de la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional con sede en París, visitó Lima y confirmó la buena nueva de la instalación de la CCI en el Perú. Su Comité Nacional lo preside el doctor César Guzmán Barrón, director del Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica que se despide de esta función después de diecisiete años ininterrumpidos y después de haber hecho crecer notablemente a esta emblemática institución.
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