La
Resolución 230-2013-OSCE/PRE de fecha 8 de julio ha puesto de manifiesto un
hecho particularmente grave que es la agresión contra un árbitro que PROPUESTA
condena por encima de cualquier consideración. La institución arbitral goza de
un prestigio y majestad que nadie puede intentar mancillar con conductas como
éstas que, aún cuando no están probadas, la sola denuncia finalmente enaltece
al arbitraje.
En
circunstancias en que el arbitraje viene siendo sistemáticamente calumniado
desde diversos sectores no queda más que cerrar filas y reiterar que es uno de
los mecanismos más rápidos, eficientes y transparentes de solución de controversias.
Precisamente la transparencia del arbitraje, que está plenamente garantizada en
la contratación pública y en vías de implementarse en otras clases de
arbitraje, es la mejor prueba de que lo que se haga o no se haga aquí siempre
se conocerá en todas partes.
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