domingo, 30 de junio de 2013

Alcances de la contratación por paquete

DE LUNES A LUNES

El OSCE ha sacado de la galera una interpretación interesante de un extremo de la última modificación del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado que soluciona un problema que podía traer lamentables consecuencias. En efecto, según el Decreto Supremo 138-2012-EF, el sexto párrafo del artículo 19 desde el 20 de setiembre del año pasado dispone que “las entidades preferentemente contratarán por paquete la elaboración de los estudios de preinversión de perfil, prefactibilidad y factibilidad, según corresponda, debiendo preverse en los términos de referencia que los resultados de cada nivel de estudio sean considerados en los niveles siguientes.”
Antes de que entre en vigencia el señalado decreto, el sexto párrafo permitía contratar por paquete “la elaboración de los estudios de preinversión de perfil, prefactibilidad y factibilidad, según corresponda, así como la elaboración del expediente técnico y/o estudio definitivo”, facultad esta última que sin mayor explicación se eliminó del nuevo texto, en línea, aparentemente, con la idea de que cada etapa debe tener su espacio y una vez terminada y aprobada recién entonces es posible enfrentar la siguiente, sobre la base de aquella que acaba de santificarse, temperamento que procura, es verdad, proteger la inversión pública pero que no la agiliza ni la hace sintonizar con los tiempos de holgura y disposición financiera que exigen rapidez en la toma de decisiones y en la ejecución de proyectos y obras de infraestructura.
El precepto, sin embargo, no ha llegado a prohibir –pudiendo haberlo hecho– que se contrate dentro del paquete la elaboración del expediente técnico o el estudio definitivo. De esa evidencia se vale la Opinión 044-2013/DTN al sostener que “si bien el sexto párrafo del artículo 19 del Reglamento recomienda la contratación por paquete de los estudios de preinversión de un mismo PIP [Proyecto de Inversión Pública], ello no implica que solo pueda contratarse por paquete dichos estudios y no los estudios de inversión, toda vez que el quinto párrafo de este artículo faculta a las Entidades a contratar servicios en forma conjunta, mediante un proceso de selección por paquete, siempre que tal contratación resulte más eficiente que realizar contrataciones por separado; aspecto que compete definir a cada Entidad.”
Acto seguido acota que “cuando una Entidad decida contratar por paquete la elaboración de los estudios de preinversión e inversión de un mismo PIP, los términos de referencia de las Bases del proceso de selección deben establecer en forma diferenciada la descripción de las características técnicas para la elaboración de los estudios de preinversión y para la elaboración de los estudios de inversión.” Y por si fuera poco, el documento agrega, en relación a los estudios de inversión, que “la obtención de la declaratoria de viabilidad del proyecto es requisito para la elaboración del expediente técnico y/o estudio definitivo, debiendo, además, respetarse los parámetros bajo los cuales fue declarado viable el PIP.”
Ambas exigencias se inscriben en la necesidad de cautelar la adecuada inversión de los fondos públicos en el marco de una opción por acelerar los procesos y evitar que se distraiga el tiempo en trámites administrativos que pueden perfectamente integrarse y activarse en paralelo sin detener los proyectos ni paralizar las obras.

EL EDITOR

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