domingo, 22 de septiembre de 2013

Facilidades y obstáculos

Que la Contraloría General de la República, que es una institución técnica muy especializada y que sólo alcanza a un porcentaje bastante reducido de conciudadanos, aparezca en una reciente encuesta de Ipsos Perú y del diario El Comercio, en el quinto lugar entre las instituciones que más desconfianza generan, es una señal alarmante. Obtiene nada menos que un 67 por ciento de desconfianza sólo superaba por los partidos políticos, el Congreso de la República, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo que constituyen, como podrá advertir fácilmente el lector, entidades que están mucho más cerca de la población y cuyas acciones influyen más decisivamente sobre todos los ciudadanos.

Entre las instituciones que, por el contrario, sí despiertan la confianza ciudadana figuran la radio, la Iglesia Católica y el Reniec con porcentajes de aprobación del orden del 67, 65 y 59 por ciento, respectivamente. En buena hora por la radio que se ha convertido en el refugio de algunos líderes de opinión y que tiene una gran cobertura nacional. Lo mismo puede decirse de la Iglesia Católica que congrega a una feligresía leal y permanente a la que transmite un mensaje especial cada domingo. El Reniec, año a año, pone de manifiesto que hay entidades públicas que pueden manejarse como si fuera una empresa privada y pueden tener éxito.

Les siguen a continuación el INEI, otra entidad del Estado que siempre figura en buen nivel y cuyas estadísticas e informes son fuente de obligatoria consulta, la televisión, que tiene cada vez mayor alcance, las empresas privadas, que generan un fuerte y merecido respaldo ciudadano, el Banco Central de Reserva, conducido técnicamente, la ONPE, otra entidad pública, las empresas encuestadoras que emplean criterios eminentemente profesionales y que trabajan sobre muestras y con procedimientos altamente confiables, la Defensoría del Pueblo, atenta a las reclamaciones ciudadanas, y la SUNAT.

Precisamente en lo que a la SUNAT se refiere cabe señalar que no está facilitando los trámites que hacen aquellas personas naturales o jurídicas que desean inscribirse para obtener un Registro Único de Contribuyentes. PROPUESTA acaba de ser testigo de excepción de una prolongada gestión realizada por una asociación gremial de carácter internacional y obviamente sin fines de lucro, fundada en el Perú hace muchos años y que ha acordado hace ya algún tiempo abrir operaciones y cuentas en Lima y a la que sin embargo se le han creado toda clase de obstáculos para lograr su cometido, en complicidad, para ser justos, con la Oficina Nacional de los Registros Públicos que también puso algunos inconvenientes en el camino. Por fortuna los superó todos pero corrió el riesgo de que sus dirigentes cambien de planes y decidan llevarse su gremio a otro país donde encuentren menos dificultades.

Instituciones como la SUNAT deberían saber que están para darle facilidades a quien está interesado en registrarse y en tributar y no para crearle obstáculos e inconvenientes. Como si al país le sobrase el dinero y no necesitase de los demás. Algo similar se puede decir de la Contraloría que no por nada es percibida por una gran mayoría de encuestados como una institución que no despierta la confianza que debería generar en el cumplimiento del rol de cautelar la correcta inversión de los fondos públicos que la Constitución le encomienda.

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