En PROPUESTA no nos gusta hablar ni escribir sobre nosotros. Pero hay ocasiones en que eso es necesario. Y ésta, es una de ellas. Por lo menos para entender ciertas matemáticas que después de un primer vistazo parecerían no cuadrar.
La primera edición de PROPUESTA se difundió el 19 de enero del 2001. Hace cerca de diez años. La edición número 100 se publicó el 18 de febrero del 2008, durante lo que llamamos Año 4. Tardó siete años en llegar a la primera centena. Para llegar a la segunda centena, sin embargo, le bastaron poco menos de tres años. La explicación radica en que la hoja ha tenido dos etapas. Una primera desde que se fundó hasta el 5 de agosto del 2002, fecha en que se divulgó la edición número 68. La segunda, empezó el 18 de junio del 2007, inaugurando lo que denominados Año 3, y que se extiende más ampliamente hasta nuestros días, a punto de cerrar el Año 6.
Entre el 2002, que es el Año 2, y el 2007, que es el Año 3, hubo un receso de casi cinco años, período en el que se alternaron vacaciones forzadas con algún servicio al país prestado en forma ad honórem, así como declaraciones y artículos que recogieron algunos medios de comunicación masiva, combinados con una intensa actividad gremial. Más tarde que nunca, “nos encontramos con algunos de los mismos problemas –y otros nuevos quizás más graves— que en el verano del 2001 nos empujaron a involucrarnos en esta tarea de intercambiar opiniones e informaciones relativas a las contrataciones del Estado, al programa de concesiones y a la inversión en general”, como lo admitimos en la edición número 69 al terminar el receso y “retornar a este rincón, que se introduce en el escritorio de sus suscriptores cada semana y cuya página web puede ser visitada con toda libertad.”
Entonces, en el 2007, reconocimos “que nuestros temas, quizás por ser muy especializados, no captan el interés del gran público y por ese motivo, salvo escasas excepciones, no son abordados ni tienen el espacio que se merecen en la prensa de circulación y alcance nacionales. Grave error que tratamos de compensar, como otros a través de otras opciones, desde esta pequeña trinchera en la que, como les consta a nuestros leales lectores, discutimos y enfrentamos nuevos y antiguos problemas con el único propósito de colaborar con el desarrollo nacional, con el país y con su des-tino.”
Hoy, celebrando la segunda centena de ediciones, ratificamos lo dicho en la emblemática edición número 69 y nos reafirmamos en el compromiso de seguir en la misma trinchera y en la misma lucha.
EL EDITOR
domingo, 7 de noviembre de 2010
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