domingo, 2 de noviembre de 2025

Direccionamiento, tarifas y pericias en obras

 El Consejo Departamental de La Libertad del Colegio de Ingenieros del Perú convocó a una conferencia de prensa para el jueves 30 de octubre con el objeto de rechazar lo que entiende que es un direccionamiento en las contrataciones de obras públicas y de eliminar el requisito de maestrías y doctorados, promover remuneraciones justas para ingenieros y arquitectos y de incorporar un servicio de peritaje técnico respecto de los informes que emita la Contraloría General de la República a fin de proteger a los profesionales de denuncias sin sustento.

La protesta es muy pertinente porque desde hace tiempo se están exigiendo calificaciones académicas absolutamente innecesarias para la prestación que es materia de los procedimientos de selección que se convocan. En ocasiones se requiere tal cantidad de maestrías y doctorados que el profesional tiene que haberse pasado toda la vida estudiando, al punto que para tener la más alta puntuación en cuanto a su formación profesional es probable que alcance una muy pobre calificación en lo que a su experiencia se refiere habida cuenta de que no puede haber tenido tiempo para trabajar.

Respecto a las tarifas que se fijan en los presupuestos que elaboran las entidades que ejecutan las obras es preciso indicar que en efecto son muy bajas y necesitan una urgente actualización. No para incurrir en alguna suerte de concertación de precios como equivocadamente se interpretó cuando el Colegio de Ingenieros del Perú difundió un documentado estudio que explicaba la forma en que se calculan los gastos generales y que acarreó una injusta penalidad impuesta arbitrariamente.

Los precios que pagan las entidades en el Perú por los servicios que prestan los profesionales están muy por debajo de los mismos precios que pagan las mismas entidades a los profesionales de otros países contratados dentro del marco de los convenios de gobierno a gobierno, con la ventaja adicional que no elaboran los diseños ni supervisan las obras con lo que no asumen ninguna responsabilidad por las decisiones que adoptan. Menuda diferencia. Los peruanos asumen esas responsabilidades y cobran mucho menos.

Es imperioso que todas las auditorías que elabora la Contraloría tengan un peritaje que confirme los indicios de responsabilidad que pretenden atribuir a los profesionales involucrados en estos procesos. No es posible que se imputen perjuicios económicos que no se acreditan a través de una pericia seria e independiente. Es muy fácil pretender atribuir a proyectistas o supervisores la responsabilidad por la diferencia que puede detectarse entre un presupuesto y el costo final de una obra. Puede deberse a múltiples razones que solo una pericia puede desentrañar.

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