domingo, 27 de octubre de 2013

Sin ahuyentar a nadie

DE LUNES A LUNES
Desde que el presidente de la República anunció la modificación de la Ley de Contrataciones del Estado para hacerla más eficiente han surgido diversas propuestas destinadas al mismo objetivo. Entre todas ellas destacan unas –coincidentes todas ellas– que apuntan a agilizar persecuciones, endurecer sanciones y ahuyentar a quienes por alguna casualidad del destino quisieran ingresar al mundo de las compras públicas. A algunos observadores, con varios años lidiando en el asunto, nos parece que se debe hacer todo lo contrario. Que las normas sean más amigables con los proveedores, que se destaquen a los que demuestran mejores prácticas, que se premie a quienes concluyen sus prestaciones dentro de los plazos previstos y a quienes no incurren en faltas susceptibles de ser penalizadas en la ejecución de sus respectivos contratos.
En lo que respecta al OSCE lo que hay que hacer es acercarlo a los contratistas y no enfrentarlo con ellos. Si la preocupación de las autoridades es que los postores se las arreglan para seguir presentándose a nuevos procesos de selección pese a estar sancionados, hay que determinar cómo lo hacen. Cómo hacen para que los nuevos proveedores acrediten la experiencia necesaria para sustituir cabalmente a los impedidos de intervenir en licitaciones y concursos. No sólo es cuestión de crear una empresa o de constituir un consorcio. Lo fundamental es cumplir con los requisitos técnicos mínimos y tener el currículum indispensable. Si una firma que los tiene es sancionada ya no puede competir. Si sus dueños o administradores fundan otra empresa, ésta no tiene forma de heredar la experiencia ni el currículum de la que está prohibida de participar y de contratar con el Estado. Si lo hace, es porque algo está mal o alguien está alentando que ello ocurra. La forma de evitarlo es exigiendo que quien quiera contratar con el Estado en determinada materia, pruebe una determinada experiencia en esa misma materia. Así de simple.
La experiencia y el currículum de un proveedor sancionado no pueden ser transferidos a otro, aún en el caso de fusión de empresas o de otras modalidades de transformación societaria. Eso es elemental. Pero claro, si persistimos en admitir licitaciones en las que no hay necesidad de acreditar ninguna experiencia, es obvio que estamos alentando para que los mismos postores sancionados se vuelvan a presentar como si fueran otros.

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