domingo, 8 de septiembre de 2024

En busca de una mejor Contraloría

 El viernes 6 de setiembre salió publicado en el diario oficial la Resolución de Contraloría 538-2024-CG con la que se constituye una comisión ad hoc encargada de elaborar una propuesta para la mejora del marco legal de la potestad sancionadora de la Contraloría General de la República y de la estructura orgánica y funcional de este organismo superior de control. La comisión está conformadas por Mónica Rosell Medina, presidenta del Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas, que la presidirá; así como por Marco Argandoña Dueñas, vicecontralor de Control Sectorial y Territorial; Luigino Pilotto Carreño, vicecontralor de Gestión Estratégica, Integridad y Control; y Gonzalo Pérez Wicht San Román, secretario general.

Es importante señalar que también se han designado a ocho expertos que orientarán a la comisión. Ellos son Jorge Danós Ordónez, Domingo García Belaúnde, Víctor García Toma, Fuad Khoury Zarzar, Richard Martin Tirado, Carlos Morales Morante, Guillermo Valdivieso Payva y Ricardo Salazar Chávez.

Como secretario técnico de la comisión ha sido elegido el señor Juan Torres Prado, del Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas, encargándose además a la secretaria general de la Contraloría que preste el soporte que se requiera para su óptimo funcionamiento y para la consecución del encargo asignado.

La Resolución explica que la sentencia del Tribunal Constitucional del 24 de julio recaída en el Expediente 00026-2021-PI/TC (PROPUESTA 855) inciden en el contenido y alcances de las conductas infractoras materia de responsabilidad administrativa funcional y permite identificar la necesidad de racionalizar e incorporar mejoras en la estructura orgánica de la Contraloría, para cuyo efecto se crea esta comisión que contará con la orientación de expertos de reconocida trayectoria en materia de derecho administrativo, derecho administrativo sancionador, derecho constitucional, control gubernamental y gestión pública.

PROPUESTA estima que la sentencia 193/2024 revela, en los fundamentos que la sustentan, que los informes que expide la Contraloría y que detectan supuestas y masivas irregularidades podrían escapar de sus atribuciones y sin embargo son la principal razón por la que los funcionarios públicos evitan tomar decisiones y el país se paraliza. De esos informes se desprenden investigaciones fiscales y procesos judiciales que en la mayoría de los casos comprenden al sector público y privado y que no demuestran la comisión de ningún delito pero que se inician por un afán represivo y persecutorio que debería ser reemplazado por una política de incentivos que aliente a los mejores profesionales a integrarse a la función pública y no que los ahuyente de ella.

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