domingo, 11 de agosto de 2013

La palabra del Dr. Hernández

En nuestra última edición de julio presentamos un reporte sobre el Conversatorio que organizó el Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú sobre la Experiencia de los Disputes Boards en América Latina con el doctor Roberto Hernández García, abogado mexicano especializado en la materia. Sobre el mismo tema habíamos adelantado algunos conceptos en PROPUESTA 330 que fueron de alguna manera respondidos en el evento. El propio doctor Hernández tuvo la gentileza de escribir en nuestro blog el 22 de julio, mientras estábamos de vacaciones. Atendiendo a esa gentileza, suspendimos momentáneamente nuestro descanso patrio y consignamos en el mismo espacio nuestra opinión sobre el particular. Por considerar ambos comentarios de interés los reproducimos a continuación:
Julio 22: Buenas tardes. Soy Roberto Hernández, el expositor al que hace referencia el Doctor Gandolfo.
Aprecio los comentarios del Doctor, y me gustaría, saber cual es la propuesta que el Doctor Gandolfo hace para que en Latinoamérica evitemos obras públicas no concluidas, obras interrumpidas, y finalmente litigios post-mortem. Siendo yo un gran creyente del arbitraje, escucho con tristeza que varios países de nuestra región consideran que este medio de solución de controversias ha sido secuestrado por actores no éticos calificados inclusive como corruptos (solamente reproduzco lo que escuché, no lo afirmo). Confío en que el Doctor Gandolfo podrá hacer una propuesta sensata, dado su conocimiento en la materia. Doctor: desde México un saludo afectuoso. Ya no lo pude ver para conversar, pero espero que tengamos tiempo en un futuro. Un abrazo.
Julio 31: La solución para evitar que las obras públicas terminen paralizadas y en litigio está en los contratos que se suscriben para ejecutarlas. En la medida que esos contratos reflejen precios razonables y obligaciones susceptibles de ser cumplidas, en esa misma medida pueden concluir satisfactoriamente. Si, por el contrario, esos contratos comprenden valores insuficientes y objetivos imposibles, invariablemente van a generar conflictos. Los conflictos deben resolverse de la manera más rápida y eficiente. Si es durante la misma ejecución del contrato, a través del dispute board, que es una fórmula de mucho éxito en el sector privado y señaladamente en el ámbito FIDIC; si es después, a través del arbitraje, que es una fórmula más antigua destinada a resolver litigios donde es más difícil que las partes admitan una solución intermedia. En el Perú los arbitrajes duran la décima parte que los juicios, en promedio de 7 meses a un año, y el riesgo de que los brazos de la corrupción lo dominen es menor porque aquí, en contratación pública y en breve en los demás casos, las resoluciones y laudos se publican y la transparencia y la publicidad terminan licuando y expectorando de la actividad a todos aquellos que incurren en malas prácticas. Adicionalmente pueden ser demandados y sometidos a juicios interminables que más bien deberían regularse para que no se abuse de ellos, no se crea que son una instancia más del proceso y no terminen ahuyentando a los mejores profesionales del ejercicio de esta modalidad de solución de disputas. Muchas gracias por su comentario, Dr. Hernández. Me felicito de encontrarnos en la misma línea de lucha por más transparencia y más celeridad en la resolución de conflictos. Un abrazo. Ricardo Gandolfo.

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